Los bebés deben adquirir unos hábitos de alimentación adecuados, en los que se respeten ciertos horarios, se consuman distintos alimentos y se acompañen de una correcta higiene. Estos hábitos deben irse enseñando poco a poco, de manera acorde con la edad del niño.
Es deseable que los bebés aprendan en el momento adecuado a utilizar la cuchara, el vaso, el tenedor… para que no adquieran malos hábitos (comerlo todo triturado, tomar biberones a edad inadecuada, …).
Los bebés son capaces de beber en vaso desde que nacen. Pero hace falta mucha paciencia.
Hacia los 5 – 6 meses aprenden con facilidad a beber en taza o vaso y a comer con cuchara.
Hacia los 6-8 meses el bebé muestra interés por la comida de los adultos, coge trozos y se los lleva a la boca. Es la señal de que ya puede tomar sólidos.
Aunque no tenga dientes puede coger un trozo de pan, una galleta, un cuarto de pera y chuparlo y roerlo con la encías cuando ya está blando.
Si el bebé lo toma todo siempre triturado y no se le permite experimentar sabores y texturas, le costará más pasar a la dieta de niño mayor.
A partir del año, es deseable que el bebé coma a la mesa con los demás miembros de la familia y vaya probando la comida de adultos.
A esa edad debemos permitirle usar la cuchara por sí solo.
Al principio se la acerca a la boca correctamente pero, al final del trayecto hace un giro involuntario con la mano y vierte el contenido.
Con unos pocos ensayos dominará la técnica y disfrutará comiendo solo.