Los buenos hábitos de alimentación pueden fomentarse desde que el niño comienza a probar alimentos complementarios de la leche. Esta etapa de cambio, de experimentación y de conocimiento de nuevos alimentos es muy importante para que el niño presente una actitud positiva hacia la comida. Hacerlo bien ayudará a evitar problemas posteriores.
Desde que el bebé inicia la alimentación complementaria, los padres podemos fomentar la instauración de unos hábitos de alimentación adecuados.
La forma de facilitar la adquisición de buenos hábitos de alimentación desde el comienzo de la alimentación complementaria se basa en 2 ejes principales:
- Fomentar que el momento de la comida sea algo placentero para el bebé. Asegurarse de que el bebé disfruta el rato que dedica a comer, que está tranquilo y alegre.
- Promover el gusto por probar nuevos alimentos, diferentes texturas, olores y colores.
Si conseguimos llevar a la práctica estas 2 ideas, estaremos sentando la base para la consecución de que el bebé comience a adquirir buenos hábitos alimenticios.
A medida que el bebé va creciendo deberán promoverse actitudes más sofisticadas (comer de todo, utilizar cubiertos, ayudar a poner y quitar la mesa…) en torno a los hábitos de alimentación, pero cuando el bebé está comenzando con la alimentación complementaria, estas 2 pautas son suficientes.
Para conseguir que el bebé se enfrente al momento de la comida con una actitud tranquila y alegre y que se sienta motivado a conocer nuevos alimentos pueden recomendarse algunas actividades.
Consejos para iniciar unos buenos hábitos de alimentación
- Permite al bebé estar presente durante las comidas del resto de la familia desde antes de empezar con la alimentación complementaria. El bebé aprende por observación e imitación. Si ve comer a los demás, se sentirá motivado a comer también él.
- Enséñale los diferentes utensilios de comida. Déjale jugar con su cuchara o su plato mientras el resto de la familia está comiendo. Así se irá habituando a los cubiertos que luego se utilizarán cuando se inicie la alimentación complementaria.
- Comienza a darle alimentos distintos de la leche siguiendo las recomendaciones pediátricas oficiales (alrededor de los 6 meses de edad), pero también teniendo en cuenta cuándo tu bebé da muestras de que está preparado. Los signos externos de que un bebé está preparado para iniciar la alimentación complementaria son, entre otros: se interesa por la comida cuando ve comer a otras personas, se mantiene sentado sin apoyo, ha perdido el reflejo de extrusión de la lengua.
- Permite al bebé manipular los alimentos. Observarlos y explorarlos a través del tacto antes de metérselos en la boca le facilita la aceptación de texturas nuevas.
- Jamás intentes obligar al bebé a comer si no quiere. El bebé irá comiendo la cantidad que vaya necesitando. Él se autorregulará y demostrará cuándo está saciado. Recuerda que durante el primer año de vida, el alimento básico del bebé es la leche, el resto es complementario. El bebé ha de irse adaptando poco a poco a la nueva alimentación.
- Haz coincidir en la medida de lo posible el momento de la comida del bebé con el del resto de la familia. Si al bebé se le ofrece la comida mientras están comiendo los demás, se sentirá más motivado a comer que si está comiendo sólo él.