Los bebés pueden tomar cereales de muchas formas: en papilla, mezclados con leche, agua o caldo, así como en pan, galletas y bizcochos. Los niños también suelen tomar copos de cereales, bañados en leche. Los cereales son, desde tiempos remotos, uno de los productos alimenticios más utilizados para completar nuestra alimentación. El trigo, el maíz, el arroz son algunas de sus ricas y sabrosas variedades.
Son las semillas de unas plantas del grupo de las gramíneas (plantas con granos). Se utilizan en la alimentación de los humanos desde tiempos muy remotos. Los más utilizados son: trigo, maíz, arroz, cebada y avena.
Contienen sobre todo azúcares (60-70%), una pequeña cantidad de proteínas (10%) y sólo un 2-5% de grasas. Aportan minerales (hierro, fósforo) y vitaminas (B y E).
Los bebés pueden tomar cereales de muchas formas:
- En papilla, mezclados con leche, agua o caldo. Por ejemplo, los hidrolizados para bebés o el gofio canario.
- El pan, las galletas, los bizcochos, las tortas… se hacen también de harina de cereales. En muchos lugares se les da a los niños migados en leche.
- Los copos de cereales, como el arroz o maíz hinchados. En general lo toman los niños algo mayores. Aunque aportan un buen suplemento de hierro y vitaminas, suelen estar demasiado azucarados.