La Danza del vientre se recomienda durante el embarazo por sus efectos positivos, tanto físicos como emocionales, para la mujer. Los movimientos pélvicos y de cadera son favorables para el embarazo y el parto. Además, practicar los movimientos propios de la Danza Oriental favorecen el bienestar emocional por la concentración que requieren y la belleza de los mismos.
La Danza del vientre es un tipo de danza recomendable para las mujeres embarazadas. Esta danza tiene su origen en Oriente Medio y en el norte de África. Combina desplazamientos y vueltas con movimientos de todas las partes del cuerpo, especialmente de la cadera.
No se conoce a ciencia cierta el origen de esta danza, pero se ha postulado que surgió como una baile a la luna que hacían las mujeres para obtener fecundidad. También hay teorías que apuntan que esta danza surgió como técnica para facilitar el alumbramiento. Sea cual sea su origen, la Danza Oriental o Danza del vientre es una disciplina que practican muchas mujeres de todo el mundo.
Los movimientos de la Danza Oriental implican a todas las partes del cuerpo. Aunque los movimientos de cadera tienen mucho protagonismo. Piernas, pies, hombros, brazos, manos, dedos, cabeza y cuello acompañan a la cadera otorgando a esta danza movimientos complejos y armoniosos de una gran belleza.
Estos movimientos suelen ser ondulantes, circulares y pueden realizarse suavemente o con fuerza, lentamente o con rapidez.
¿Es recomendable la Danza del vientre en el embarazo?
La Danza del vientre es recomendable en el embarazo por varias razones:
En primer lugar, los movimientos pélvicos y de cadera que caracterizan a esta danza ayudan a la mujer a tomar conciencia de esa parte de su cuerpo. Las mujeres que practican Danza Oriental conocen mejor las posibilidades y fortalezas de su cuerpo, son más conscientes de su zona pélvica y cadera, mueven partes del cuerpo que suelen estar pasivas en la vida cotidiana.
Asimismo, estos movimientos ayudan a desbloquear los músculos de esa zona, aportándoles flexibilidad y fuerza. Esto es muy positivo para las mujeres durante el embarazo porque fortalece su zona pélvica, lo cual es beneficioso para la sujeción y carga del feto. Además otorga elasticidad a los músculos y huesos que componen el canal del parto, facilitando un parto fisiológico. De hecho, algunas matronas incluyen movimientos propios de la Danza del vientre en sus ejercicios de preparación al parto.
En segundo lugar, la concentración que requiere la práctica de esta danza contribuye a liberar a la mujer de sus fuentes de estrés y promueve la relajación.
Por otra parte, la música oriental que acompaña a esta danza es una música alegre, dinámica y bella que transmite felicidad y optimismo a quien la escucha. Además, compartir el baile con otras mujeres embarazadas es una actividad muy placentera que influye muy positivamente en el estado de ánimo de la mujer.