Sufrir abortos repetidos es una experiencia emocional muy dura para la mujer que lo padece y para su pareja. En estos casos, pedir ayuda especializada tiene un papel fundamental en el proceso de búsqueda de un embarazo y de conseguir que éste llegue a término.
Se considera que una mujer padece abortos de repetición cuando ha perdido consecutivamente tres o más embarazos antes de la semana 20, de manera involuntaria.
No existe consenso sobre cuántos abortos espontáneos han de haberse producido antes de comenzar a realizar estudios médicos a la mujer para descubrir las posibles causas de este problema. No obstante, cuando se trata de tratamiento psicológico o apoyo emocional, es importante que la mujer comience a recibirlo de forma temprana.
Cuando se sufre el primer aborto, la pareja sufre un duro golpe emocional por el que se ven afectados su estado de ánimo, sus expectativas, su autoestima, etc. Toda su esfera emocional recibe el impacto. Un nuevo embarazo permite a la pareja recuperar la ilusión, la esperanza y retomar su proyecto de vida en familia.
No obstante, si este embarazo se vuelve a perder, el impacto emocional es aún mayor que cuando perdieron el primero. La frustración de la pareja se incrementa, su autoestima se ve muy afectada y la tristeza y la ansiedad que produce la segunda pérdida son considerables.
Es en este momento cuando la pareja debe solicitar apoyo emocional especializado antes, si no lo había hecho ya antes.
¿Por qué es necesaria la ayuda psicológica en los abortos de repetición?
Cuando una mujer experimenta un aborto espontáneo, el duelo por la pérdida es un proceso difícil. El apoyo emocional especializado y los grupos de ayuda son recomendables para facilitar el proceso de elaboración y asimilación de la pérdida. Sin embargo, cuando los abortos se repiten, el impacto emocional en la pareja es mucho mayor.
Los miedos, las dudas y la frustración se incrementan muchísimo, pues la repetición de la pérdida hace sospechar que puede existir un problema reproductivo. Además, experimentar repetidas veces el acontecimiento traumático que supone una pérdida gestacional es un proceso para el que no estamos preparados. Esto hace más necesario, si cabe, el apoyo psicológico profesional en estos casos.
Del mismo modo, los procesos emocionales asociados a las pérdidas gestacionales son complejos. Afectan a todo el ámbito afectivo de la mujer, especialmente. El acompañamiento especializado durante este duro proceso es fundamental para la sanación emocional de la mujer.
Asimismo, los grupos de apoyo son esenciales en estos casos. La identificación con personas que están atravesando situaciones similares, el poder compartir experiencias y emociones y el contar con un espacio de contención en el que sentirse apoyado y acompañado es muy positivo.