Existen factores que aumentan las probabilidades de que se produzca un embarazo múltiple. Algunos de ellos son hereditarios y otros están relacionados con tratamientos médicos, la edad de la madre o su constitución física.
Los gemelos pueden ser monocigóticos (idénticos) o dicigóticos (diferentes). Los gemelos monocigóticos proceden de un solo embrión (óvulo fecundado) que se ha dividido en dos partes.
Estas partes se desarrollan por separado hasta formar dos bebés genéticamente idénticos, del mismo sexo y físicamente similares.
Los gemelos dicigóticos o mellizos son el resultado de una fecundación múltiple, es decir, de la fecundación de dos óvulos por dos espermatozoides distintos.
Por esto, son bebés totalmente distintos, que pueden ser del mismo sexo o no y cuyo parecido físico es semejante al de los hermanos nacidos en fechas diferentes.
En teoría, cualquier mujer puede tener un embarazo gemelar. Depende del comportamiento de sus óvulos y de algunos factores predisponentes que exponemos a continuación.
Factores que promueven un embarazo múltiple
Factores hereditarios. No hay ningún gen específico que predisponga a tener gemelos, pero la genética sí influye en el comportamiento del sistema reproductivo.
En algunas familias, las mujeres son más propensas a liberar dos óvulos a la vez o a que el óvulo fecundado se divida en dos. Es decir, si la mujer tiene antecedentes de madres, abuelas o tías con gemelos, tiene más posibilidades de concebir gemelos.
Tratamientos de fertilidad. Los medicamentos usados en los tratamientos de fertilidad femenina estimulan la liberación de óvulos del ovario para aumentar las posibilidades de concepción. Si se liberan y fertilizan dos óvulos simultáneamente, la mujer tiene un embarazo de mellizos.
Reproducción asistida y fecundación in vitro. En este proceso se insertan varios embriones (óvulos fecundados). Si más de uno prospera y se implanta con éxito, la mujer tiene mellizos. Por otra parte, los embriones implantados pueden dividirse, dando como resultado un embarazo múltiple.
Embarazos gemelares previos. Si la mujer ha tenido varios embarazos anteriores, la posibilidad de tener gemelos o mellizos aumenta.
Concepción después de los 35 años. A esta edad, el sistema reproductivo de la mujer inicia un proceso de cambio. Es normal que se produzcan alteraciones en el ciclo menstrual, y en la producción y liberación de óvulos. Esto aumenta las posibilidades de tener mellizos.
Índice de masa corporal (IMC). Diversas investigaciones del American College of Obstetrics and Gynecology han relacionado un IMC de 30 o más con una tendencia a la poliovulación (liberar más de un óvulo por ciclo) y, en consecuencia, con mayor probabilidad de tener mellizos.
También se ha observado que existe una mayor probabilidad de concebir mellizos en mujeres altas, pero esta teoría tiene menos fuerza que la relacionada con el peso de la madre.
Tratamiento con anticonceptivos. Las posibilidades son mínimas, pero los métodos anticonceptivos anovulatorios (píldora anticonceptiva) pueden provocar un embarazo gemelar. Las probabilidades de que el método anticonceptivo falle son muy bajas (1%).
Si el método falla puede producirse la ovulación de uno o más óvulos. Además, si el tratamiento inhibidor de la ovulación no se realiza adecuadamente o si la madre concibe poco después de haber dejado el tratamiento, puede haber un efecto rebote, que estimula la poliovulación y produce un embarazo múltiple. Esta causa es muy poco probable.