Algunos niños de 1 a 2 años se muestran agresivos o desafiantes cuando se relacionan con otras personas. Tienden a dar patadas, pegar o tirar de los pelos. ¡Estos niños suelen ser muy enérgicos! Para ayudarles a rebajar su agresividad, los padres debemos buscar actividades que les ayuden a liberar su energía, por ejemplo mediante juegos que impliquen actividad.
Durante su segundo año de vida, algunos niños dan muestras de un comportamiento desafiante o agresivo.
Se muestran excesivamente posesivos y desean controlar todo lo que ocurre a su alrededor. Cuando no lo consiguen, se enrabietan o se comportan de forma violenta, dando patadas o mordiscos.
Los padres podemos corregir la agresividad de los niños:
- Dejando clara la norma: no se puede pegar a otras personas.
- Sujetándole con fuerza si es preciso para impedirle cualquier agresión.
- Repitiendo el mensaje con claridad y serenidad.
- Si inicia un juego violento, se deben introducir cambios para que vaya disminuyendo el ritmo.
- Para enseñarle a contener sus impulsos agresivos, los padres deben darle ejemplo manteniendo la calma durante sus episodios de agresividad.
- Alabar al niño con tendencia a la agresividad cuando, habiendo estado con otros niños, no ha demostrado un comportamiento violento.
- Los niños agresivos suelen tener mucha energía y en muchos casos la agresividad es una manera de quemar la energía que tienen acumulada. Resulta aconsejable proporcionar al niño más actividad física mediante juegos y juguetes que estimulen su movimiento.
Cómo NO se corrige la conducta agresiva en los niños
En ningún caso es recomendable corregir ese comportamiento pegando o castigando de manera agresiva al niño. Pues sólo se consigue que aprenda que esa es la manera de actuar cuando no le gustan las acciones de los otros niños, reforzando así su agresividad.