El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) logra los primeros embarazos con una nueva técnica, pionera en España y Europa, basada en la vitrificación de óvulos. La ventaja de este método frente a la congelación tradicional es la posibilidad de retrasar la maternidad más allá de la edad idónea para quedarse embarazada y preservar la fertilidad de la propia mujer, ya que tratamientos agresivos como la quimio o radioterapia la ponían en riesgo.
La única posibilidad de quedarse embarazada era recurrir a los óvulos de una donante. “Por primera vez la criopreservación de los óvulos representa una opción real para la conservación de la fertilidad. Las mujeres que decidan congelar sus óvulos tendrán en un futuro la misma capacidad que el día que decidieron criopreservarlos, aun suponiendo que sea diez años después, sin riesgo de daño de sus óvulos provocado por el envejecimiento o tratamientos médicos”, explica la Dra. Ana Cobo.
La vitrificación de óvulos se desarrolló en Japón por el investigador Kuwayama. Esta técnica se aplica en el país de origen de su descubridor y en EE.UU. Hasta el momento, de las 22 mujeres que se sometieron al tratamiento en España, el 64% se quedaron embarazadas. Es decir, 14 mujeres – nueve españolas y cinco extranjeras se encuentran en estado de gestación. Los resultados son muy positivos si se tiene en cuenta que el 97% de los óvulos vitrificados sobrevivió con este método, frente al 70% que lo hizo con la congelación lenta.
Esta técnica japonesa, más conocida como Cryo-Top, consiste en deshidratar el óvulo hasta un 90%, rellenarlo de un crioconservante y luego sumergirlo en nitrógeno líquido. De esta forma, se evita que al congelarlo se formen cristales de agua que dañen la muestra celular. La congelación tradicional tenía éxito con embriones y espermatozoides, pero no con óvulos. El problema era que el material se solidificaba en forma de cristales de hielo. Esto podía lesionar al óvulo y actuar como verdaderas cuchillas sobre las estructuras celulares. De hecho, hacían falta 100 óvulos para conseguir un recién nacido. Ahora, sólo se necesitan entre 10 y 13 embriones para garantizar el embarazo. El coste de este nuevo tratamiento es de 2.000 euros.