Las rabietas aparecen hacia los 2 años y remiten alrededor de los 5 años de edad. Entender las rabietas como parte de un proceso evolutivo es esencial para manejarlas adecuadamente. Cuando los padres comprenden las causas y funciones de estos molestos berrinches, son capaces de responder de una manera más empática, lo cual facilita al niño la superación de esta etapa.
En torno a los 2 años de edad, la mayoría de los niños muestran un nivel de desarrollo evolutivo (lenguaje, psicomotor, social, cognitivo y afectivo) que les permite iniciar su proceso personal de adquisición de independencia y autonomía. A esta edad, los niños ya pueden hacer por sí mismos muchas cosas y su propia naturaleza les orienta a querer ser cada vez más independientes.
Alrededor de los 2 años, los niños empiezan a desarrollar y afinar habilidades de autonomía e independencia. Esto es un proceso lento y largo que dura varios años, pero que tiene su punto álgido hacia los 2 años de edad.
A esta edad, las herramientas que los niños poseen para desarrollar su autonomía e independencia son aún rudimentarias. Con el paso del tiempo, los niños desarrollarán estrategias más sofisticadas
De este modo, a los 2 años de edad, los niños poseen una estrategia sencilla para autoafirmarse y dejar patente su independencia, que es la oposición, la acción de negar al otro. Así, por oposición, el niño expresa lo que él no es como modo de autoafirmación, puesto que aún no es capaz de expresar lo que sí es.
Esta diferenciación de los demás por parte de sí mismo es un paso importante para la formación de la identidad personal del niño y para el desarrollo de su independencia de los demás. Así pues, el oposicionismo de los niños de 2 años debe entenderse como una primitiva estrategia natural para el desarrollo de su identidad personal e independencia.
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¿Por qué surgen las rabietas?
Si los padres no conocen ni comprenden el oposicionismo infantil como mecanismo natural de los niños, es de esperar que surjan conflictos. El niño se opone y los padres tratan de evitar la oposición.
La incomprensión de los padres hacia la necesidad de autoafirmación del niño provoca en él un conflicto interior. Es en este punto en el que aparecen las rabietas.
Normalmente, las rabietas aparecen hacia los 2 años y remiten alrededor de los 5 años. Éstas forman parte del proceso evolutivo de todos los niños y, por ello, aparecen en todos los casos, con mayor o menor intensidad.
Si los padres se muestran empáticos y respetuosos con sus hijos, las rabietas de éstos presentarán una menor intensidad y duración.